miércoles, 29 de mayo de 2013

LLEVAR TU PRODUCTO AL MERCADO:

En un mundo globalizado y donde todos tenemos claro que nuestro mercado es el mundo y la exportación algo imprescindible en las empresas actuales, tendemos a olvidar la importancia de las distancias en la estrategia de las empresas.
Una parte es sencilla, las comunicaciones. Vía móvil, email, videoconferencia o telepresencia, la información fluye entre las distintas oficinas de nuestra empresa, o con nuestros clientes o proveedores. 

Tampoco es tan nuevo. En el siglo XVI un complejo sistema de correos y estaciones unió Europa, sus ciudades y centros de poder y comercio. Los servicios regulares de carretas y convoyes permitían el transporte de productos no perecederos y metales preciosos con los que mantener activa la actividad económica y el gobierno.

Pero cuando nuestra empresa elabora o comercializa productos, en ocasiones olvidamos que el transporte de los mismos hasta el cliente forma parte del core business de nuestra empresa. Dada la amplitud de servicios de grupaje y transporte, se ve el mismo como uno de los primeros elementos a externalizar. Y si bien no nos oponemos a ello, es preciso señalar que si de veras es tan importante en nuestra cadena de producción (alimentos perecederos, que requieren frío, congelados, productos peligrosos o tóxicos, frágiles, etc,...), nunca debemos perder el control sobre tan importante proceso y aunque sea subcontratado, debemos tenerlo integrado como una parte de nuestro sistema productivo.

En el caso de los Tercios, ese “transporte” se llamó “el camino español”. La expresión “poner una pica en Flandes” significa hacer lo imposible. Y ese era el caso. Los ejércitos españoles debían partir de Italia y atravesar Europa hasta llegar al escenario de la guerra en los países bajos. Usado por primera vez en 1567 por el Duque de Alba, fue utilizado hasta 1620 y su desaparición coincide con el declive del ejército de Flandes.

El “Camino español” era uno de los cuatro corredores militares, que atravesaba territorios propios, neutrales y a veces enemigos. Exigía una constante labor diplomática para garantizar el paso de las tropas y su salvaguarda. Diseñado en 1548 por el Cardenal Granvela para un viaje de Felipe II a los Países Bajos, que nunca llegó a realizarse, partía de Génova y atravesaba el Piamonte, Saboya, el Franco Condado, Lorena, Luxemburgo y finalmente Flandes. Cuanto más larga es la conexión entre vanguardia y fuentes de abastecimiento, más dificultades y mayor riesgo. Igual ocurre en la actual empresa.

A lo largo de los años el “camino” fue objeto de ataques y luchas entre Francia y España, especialmente Lorena y el Franco Condado. Finalmente desde 1601, el Tratado de Lyon estableció un cuello de botella en Saboya, un estrecho valle y un solo puente sobre el Ródano, todo ello a escasos kilómetros de la frontera francesa, dejando el “camino español” a merced de la buena voluntad francesa. El Tratado de Lyon muestra el declive español y el comienzo del fin para el imperio. España se vió obligada a negociar una alternativa creando un nuevo camino más al este, por Alsacia. 

Pero también esta variante finalizó en 1621 al perder los Habsburgo Alsacia. Finalmente la caída en poder francés de Lorena, en 1633 acabó con los corredores españoles.

La ruta era no solo un trabajo de fina costura diplomática, sino también económica. Construir un puente y destruirlo luego era más barato que alquilar barcazas para atravesar un río. En la ruta se establecían almacenes militares para suministrar alimentos y armas al ejército, pero no permanentes puesto que el uso del Camino era esporádico. Existía un almacen general en Milán, pero por ejemplo en 1577 se desestimó construir uno en Luxemburgo.

En resumen, debemos valorar muy detalladamente la importancia del transporte de nuestros productos respondiendo a las siguientes preguntas:
¿forma parte de nuestra cadena de valor? ¿lo asumimos como propio o lo subcontratamos? ¿es un envío ocasional o contínuo? ¿merece la pena disponer de un punto propio de distribución más cercano a nuestros clientes?

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